La Noche De Los Bastones Largos, Un Duro Golpe A La Educación Argentina

“…Entonces entró la policía. Me han dicho que tuvieron que forzar las puertas, pero lo primero que escuche fueron bombas que resultaron ser gases lacrimógenos. Luego llegaron soldados que nos ordenaron, a gritos, pasar a una de las aulas grandes, donde se nos hizo permanecer de pie, contra la pared, rodeados por soldados con pistolas, todos gritando brutalmente (evidentemente estimulados por lo que estaban haciendo –se diría que estaban emocionalmente preparados para ejercer violencia sobre nosotros-). Luego, a los alaridos, nos agarraron a uno por uno y nos empujaron hacia la salida del edificio. Pero nos hicieron pasar entre una doble fila de soldados, colocados a una distancia de 10 pies entre sí, que nos pegaban con palos o culatas de rifles, y que nos pateaban rudamente, en cualquier parte del cuerpo que pudieran alcanzar. Nos mantuvieron incluso a suficiente distancia uno del otro de modo que cada soldado pudiera golpear a cada uno de nosotros. Debo agregar que los soldados pegaron tan duramente como les era posible y yo (como todos los demás) fui golpeado en la cabeza, en el cuerpo, y en donde pudieran alcanzarme. Esta humillación fue sufrida por todos nosotros -mujeres, profesores distinguidos, el decano y el vicedecano de la Facultad, auxiliares docentes y estudiantes-. Hoy tengo el cuerpo dolorido por los golpes recibidos, pero otros, menos afortunados que yo, han sido seriamente lastimados...”

“No tengo conocimiento de que se haya ofrecido ninguna explicación por este comportamiento. Parece simplemente reflejar el odio del actual gobierno por los universitarios, odio para mi incomprensible, ya que a mi juicio constituyen un magnífico grupo, que han estado tratando de construir una atmósfera universitaria similar a la de las universidades norteamericanas. Esta conducta del gobierno, a mi juicio, va a retrasar seriamente el desarrollo del país, por muchas razones, entre las que se encuentra el hecho de que muchos de los mejores profesores se van a ir del país.”

Estas palabras fueron enviadas por el profesor Warren Ambrose a The New York Times y fueron publicadas el 30 de Julio de 1966. (Clic Aquí o Aquí Para ver la carta completa)

El 28 de Junio de 1966 el Militar Juan Carlos Onganía se proclama Presidente de Facto después de derrocar al Presidente “Electo” (El Voto en Blanco Fue el Ganador) Arturo Umberto Illia (Todo un ejemplo de político, siempre vivió humildemente aun durante su presidencia, se hizo cargo de sus gastos personales, incluso tuvo que vender su auto y se negó a recibir su jubilación de privilegio).

Onganía hizo grandes cambios en la organización del país, para enfrentar la crisis congeló los salarios y devalúo su moneda un 40% lo que provoco el descontento en varios sectores principalmente el agrario. También empezó a hacer reformas a la educación en las cuales el gobierno intervendría activamente en las escuelas, lo que provoco que las universidades que se basaban en los principios de la Reforma Universitaria (escuelas autónomas del gobierno) vieran amenazada su forma de operar y provocó que los estudiantes, egresados y docentes (Legítimos gobernantes según la Reforma Universitaria) ocuparan 5 Facultades de la UBA buscando anular los cambios propuestos por Onganía.

El 29 de Julio La Policía Federal emprende un operativo para “recuperar” las instalaciones de la UBA, con órdenes del Presidente Onganía de “Reprender Duramente” a los sublevados, esa noche la policía llego y dio órdenes de desocupar las instalaciones en un plazo de 20 minutos las cuales fueron desobedecidas por los ocupantes, debido a esto los policías lanzaron gas lacrimógeno y entraron para arremeter contra estudiantes, docentes y egresados, una vez que fueron reducidos fueron sacados a empujones de las aulas, en la salida de las Facultades se habían formado en doble fila los policías que armados con especies de toletes largos (lo que da nombre al hecho) empezaron a golpear de forma criminal a todo aquel que por ese pasillo de vejación pasaba, esa noche mas de 400 personas fueron hechas prisioneras y varios laboratorios sufrieron severos daños (incluidos en el que se encontraba “Clementina” la primera computadora en Latino America que duro en funcionamiento poco mas de 5 años pero que impulso las investigaciones logrando crear hardware y software nacional como lo son un lector de tarjetas para Cleme mas eficiente que el original y el lenguaje de programación COMIC).

Los meses posteriores a la represión debido a este hecho y a la inexistente disponibilidad del gobierno de escuchar los reclamos un total 1,378 docentes renunciaron a la UBA de los cuales 301 se autoexiliaron a distintas partes de America y Europa, lo que significo una Fuga de Cerebros masiva.