El Auto De Fe De Maní fue uno de los actos más despreciables que se hayan cometido en América Latina durante la Inquisición, el intento de asesinato de la cultura maya.
Estos actos despreciables fueron cometidos por un hombre, el fray Diego de Landa que en nombre del cristianismo cometió barbaridad y media en nuestros suelos.
Diego de Landa al ver que a pesar del esfuerzo que se hacia por catolizar a los “indios” estos seguían adorando a sus dioses y realizando sus rituales decidió tomar medidas mas severas. Así en Junio de 1562 mando a detener a los gobernantes de la zona para escarmentarlos (por no decir torturarlos y asesinarlos), pero el acto que mas indigno fue el cometido el 12 de Julio de ese mismo año cuando después de haber reunido por la fuerza gran cantidad de Estatuas, Altares, Piedras Religiosas, Figuras, Arte Maya, Códices, toneladas de Libros y un sin numero de artículos relacionados con la Religión y Conocimiento Maya les dio fuego en la plaza de Maní ante la mirada de furia e impotencia de los pobladores que no podían creer aquel acto tan aberrante, pronunciando Diego de Landa las siguientes palabras “Hallámosles gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sentían a maravilla y les daba pena”
Al final de sus días Diego de Landa en lo que parece un acto de arrepentimiento se dedico a estudiar la cultura que antes trato de destruir, logrando reunir una cantidad de datos e información muy importante con los cuales logro crear uno de los libros mas importantes sobre
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