Es increíble pensar que con el fin de una dictadora (La de Santa Anna) México empezó a ser un estado laico y ahora con el inicio de una dictadura democrática México dejara de ser un Estado Laico.
Con el fin del gobierno de Santa Anna y la promulgación del Plan de Ayutla, México comenzó a trabajar en lo que sería su nueva constitución, que en 1857 fue promulgada, esta constitución nos doto a los mexicanos de una libertad de culto antes inexistente debido al dominio del la iglesia católica en prácticamente todos los asuntos de estado. Los conservadores (principalmente católicos) ya sea por cuestiones de poder o simples creencias se opusieron a esta carta magna y propiciaron una separación entre la población mexicana que provoco el inicio de la Guerra de Reforma que logro el triunfo de los liberales, después de años de lucha entre conservadores y liberales, intervenciones extranjeras (donde estados unidos desconoció la tan palabreada Doctrina Monroe para no verse envuelto en un conflicto armado, aunque si hubo ayuda principalmente de palabra), instauración de imperios (lastima de Maximiliano, murió queriendo mucho a México y peleado con su familia por haber tomado una postura liberal) e intentos del Vaticano de derrocar el gobierno. México a partir de 1867 es un estado laico.
En 1917 surge una nueva constitución que sigue decretando que México es un estado laico, y que en su artículo 130 Establece las normas y reglamentaciones de las iglesias y demás agrupaciones religiosas, algo que a la Iglesia católica no le gusta. En 1926 milicias católicas (Ejercito cristero o Agnus Dei, simples peones de sacrificio para el Vaticano) dieron inicio a la conocida como guerra cristera, una guerra que desgasto a la sociedad mexicana creando un descontento con el gobierno y con la iglesia por igual, finalizo en 1929 y la iglesia católica y el estado entraron en un Modus Vivendi donde el estado no estaba obligado a cumplir con el articulo 130 en extremo y la iglesia no podía exigir sus derechos (es claro, sin obligaciones no se obtienen derechos), creando así el actual estado laico suave (suave por el poema La Suave Patria de Ramón López Velarde).
Hoy en 2012 El estado Laico Mexicano está a punto de ser asesinado por un gobierno de facto, una dictadura elegida y patrocinada por Televisoras, Grandes Empresas, gobiernos estatales (creando deudas como la de Coahuila y la que está a punto de aprobarse en Chihuahua con nuestro Megalómano Cesar Duarte) y la Iglesia. Como en todo capitalismo, si una empresa ayuda al gobierno debe de obtener un beneficio, Tv Azteca y Televisa obtienen su apoyo en la lucha contra Slim y demás cadenas televisoras que quieren entrar en el sistema abierto, Moreira jamás será juzgado al igual que Salinas, y por último, la iglesia ahora pide sus beneficios, el fin del estado Laico.
Es así como Peña Nieto próximo presidente, poco preparado y por tanto fácilmente influenciable y controlable, será la mano ejecutora, el sicario contratado por el Vaticano para acabar con el Estado Laico Mexicano. El Vaticano quiere que en México se suprima el término ‘libertad de creencia y de culto’ de la constitución, la entrada de la religión católica en las escuelas públicas, y además de que los miembros del catolicismo curas, padres, obispos, etc. puedan acceder a puestos de elección popular como diputados, senadores, gobernadores y presidentes, una total aberración para un estado político libre, un gobernante debe de ser un ciudadano libre que no tenga que dar cuentas más que a sus gobernados y no reciba peticiones de nadie más que de sus gobernados, un cura da cuentas al papa y recibe órdenes de este. La libertad que ha logrado México en cuestiones sociales puede estar en peligro, la iglesia católica no acepta la libertad de expresión, de sexualidad, de aborto, de culto.
El fin de la libertad de creencia afectara para bien a la iglesia católica, pero perjudicara a todas las demás religiones, Judíos, Islamitas, Ateístas, budistas etc. etc. La libertad de creencia le ha permitido a México ser un país al que confluyen las religiones sin mayores inconvenientes, permitieron la llegada de judíos durante el holocausto o de menonitas desde Estados Unidos y Canadá.
Si se consuma la modificación a la constitución podre decir al igual como lo hizo Flores Magón el 5 de febrero de 1903, “La constitución ha muerto”. México entrara en un nuevo proceso de estructuración política y lo que espero será una nueva constitución, no una reforma a la de 1917 que ya se parece a ese cuaderno de la escuela que le pegamos hojas y recados por todos lados y al final del año parece más un libro de recortes que un cuaderno de estudios. Una nueva constitución que conserve la medula espinal por la que han muerto muchos mexicanos, libertad en todos los aspectos para todos los mexicanos, incluyendo libertad de culto y creencia.
¡Viva México!, ¡Viva la Libertad de Culto!
Arturo Marin Viramontes, 23 de Septiembre del 2012
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